Agentes del Serenazgo y la Brigada de Rescate de Surco salvaron a un niño de 4 años cuya cabecita quedó atrapada entre las rejas de un instituto de inglés. El personal municipal se valió de una gata para liberar al menor, cuya curiosidad le jugó una mala pasada. Su mamá quedó agradecida con el trabajo de los trabajadores ediles.

La señora fulana de tal estaba en el paradero ubicado en el cruce de las avenidas Tomás Marsano y Caminos del Inca. Yacía ahí porque esperaba un bus de transporte público para llevar a su pequeño a su control en el Hospital del Niño de Breña. Sin embargo, el chiquitín terminó atrapado en el cerco del Británico.

La madre entró en desesperación. Inmediatamente llegó personal del Serenazgo para despejar la zona. Posteriormente llegaron los paramédicos de la Brigada de Rescate de Surco. Incluso, el personal de seguridad de la escuela de inglés intentó ayudar. Todos los esfuerzos fueron en vano. El pequeño empezó a llorar.

Sin embargo, los agentes del Serenazgo se valieron de una gata que emplean para cambiar las llantas de sus patrulleros. La idea fue exitosa y gracias a esta herramienta, el pequeño pudo recuperar su libertad. El menor fue revisado por los socorristas de la municipalidad para descartar cualquier herida.

“El niño empezó a desesperarse. Entonces, un compañero me pasó la gata. La pusimos entre las rejas y el niño sacó su cabeza. La madre estuvo agradecida porque nos decía que su hijo es autista y temía que haga daño”, expresó el sereno de Surco, Luis Manrique.